Acumulación de ideas inconclusas en la terraza del cuerpo. Nerviosismo en los dedos de los pies y de las manos, en las rodillas y en los hombros -sobre todo el izquierdo-. Incapacidad de alcanzar la paz suficiente como para dialogar con lo profundo. Perpetuas ganas imaginarias de ir al baño. // Tres o cuatro de la mañana. Detenerse a escuchar por horas y horas los ruidos alejados del silencio en la intimidad de uno mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario