sábado, 20 de octubre de 2012

Bicho bolita (decipiat bug)



Artrópodo fácil de reconocer porque se arrolla formando una bolita para pasar desapercibido. Vive en lugares oscuros, bajo la protección de algún insecto venenoso como la maraña. Se mueve preferentemente durante la noche, al amparo de la negrura. Se alimenta de la credulidad de otras especies. Y disfruta con el juego de las escondidas.
A simple vista, es un insecto inofensivo pero si se lo observa con detenimiento se descubrirá que es sumamente nocivo para el jardín de Serrano.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Elegidor (proiciente-auferet)


Persona que prefiere a alguien o algo, escoge una persona o cosa y desecha otra persona o cosa. Aquel que pone en la balanza costos y beneficios y obra en consecuencia. 

(No se debe confundir elegidor con elector, vocablo de significado menos personal y más político.)

martes, 4 de septiembre de 2012

Araña (mortiferum aranea)

Bicho de patas largas y culo gordo. De mordida letal y apetito extremo, enrieda a sus víctimas hasta inmovilizarlas y robarles el espíritu.

domingo, 2 de septiembre de 2012

atoro laboral (labor suffocatio)

Argumento./ Excusa para no cumplir con responsabilidades adquiridas./ Elección. Preferencia./ Fin de semana de diversión. /Ocultamiento recurrente.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Indignación (indignatio) II


Rasguño de la mentira. /Picor en el alma. Síntoma, vestigio, manifestación./ Acción y efecto de la injusticia o de la palabra desconsiderada, impropia, malhadada.

viernes, 15 de junio de 2012

invitada (hospes terrendie)

Insecto terrorífico que se aparece sin que nadie lo llame. Recorre Serrano como araña por su casa. Disfruta viendo a Sidney Poitier en Guess Who´s Coming to Dinner y cantando El día que me quieras.

(Nota: si la foto se ve un poco movida, es porque la redactora de este diccionario le teme a las Arthropodas.)

viernes, 8 de junio de 2012

Moco (mucus verdis)

Sustancia viscosa, de un color amarillo verdoso fosforescente. // Cuenta una antigua leyenda serrana, que estaban el Invierno y el Verano trenzados debatiendo quién podía generar más dividendos. Hecha la apuesta, comenzaron a inventar nuevos productos. Así, el verano creó el sudor y el invierno, el moco. El Año, mediador eterno en las disputas de las estaciones, decretó un empate, dio por terminada la competencia y conminó a los contendientes a dedicarse a asuntos más trascendentes.